IRSE DE CASA

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Recientemente nos escribió una chica que sufría una situación de violencia por parte de su padre: Golpes, insultos, menosprecio constante.

Con el tiempo decidió irse de casa para huir de la violencia, de manera que se fue a vivir con su novio.

Como muchas mujeres jóvenes, en vez de una vida independiente ella optó por una vida de pareja. Y como en muchos casos, la pareja resultó ser tan violenta como en el hogar de origen.

Con el tiempo la situación se volvió insoportable en el nuevo hogar, y al no tener recursos económicos para sostenerse, ella regresó junto con su pequeño hijo a vivir a casa del padre maltratador. Como información adicional, sus padres están divorciados y su madre nunca la apoyó para salir de esta situación.

No es malo querer hacer vida de pareja, pero no es lo adecuado cuando se vive una situación de violencia por parte de la familia de origen, esto por dos razones:


1. Porque los patrones de relaciones de pareja se aprenden en casa, y con frecuencia solemos repetirlos y relacionarnos con personas violentas porque es lo que nos resulta familiar.

2. Porque si no contamos con una buena relación familiar, emparejarnos con una persona violenta nos hace más vulnerables, porque esa pareja sabrá perfectamente que en caso de abuso nadie nos ayudará.


Es de sentido común querer abandonar un hogar violento; pero al igual que en los casos de violencia de pareja, salir de una situación así requiere planeación.

Primero que nada hay que hablarlo con alguien: tíos, primos, amigas, amigos. Cualquiera puede ayudarnos.

Segundo, si se va a dejar el hogar y no se sienten las fuerzas para dejarlo sola, entonces preferible compartir departamento con una amiga que en pareja. De esta forma no hay responsabilidades familiares y vínculos emocionales que te enganchen rápidamente en alguna relación abusiva.

Antes de empezar una relación de pareja formal con miras a fundar un núcleo familiar, lo ideal es tomar terapia para recuperarse de los años de abuso en el hogar de origen y darse tiempo para conocer a la persona: ver como trata a los demás, a sus padres, a sus amigas y hermanas. Esto te dará una idea de qué esperar en tu futuro dentro de esa relación y así tomar decisiones más acertadas.