CÁMARAS DIGITALES PROFESIONALES

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Tal parece que las cámaras digitales profesionales no son para mujeres.

Y no lo digo porque en la industria de las cámaras digitales profesionales piensen eso, eso sería simplemente escandaloso; pero nadie se escandaliza de que sean las propias mujeres quienes así lo piensen. Así lo noté en un estudio de mercado sobre cámaras digitales, al que asistí recientemente.

El estudio en cuestión quería pedir la opinión de un grupo de mujeres entre los 25 y 35 años edad, que fueran amas de casa y tuvieran hijos pequeños, respecto a una cámara digital con diversas utilidades.

Una de las cosas que me llamó la atención fue la asociación de las mejores y principales marcas de cámaras digitales con lo masculino. El moderador preguntó a las damas presentes que si las marcas en cuestión se asociaban con lo masculino o con lo femenino y el 100% de las presentes contestamos: masculino.

No es de extrañar, pues inmersas en esta cultura, sin darnos cuenta asociamos el papel activo sólo a los hombres, incluyendo el uso de la tecnología. Es una asociación que hacemos de forma prácticamente automática sin reflexionar sobre ella, porque lo hemos aprendido a lo largo de toda nuestra vida y nos parece normal.

Al preguntarles a las chicas si utilizarían la cámara digital propuesta, hubo varias respuestas: "Es mucho para mi", "parece para profesionales", "es mejor para una periodista" o "una mujer soltera y sin compromisos que pueda hacer lo que quiera".

¿Por qué se subvaloran? Pregunta el moderador ¿acaso no sienten capaces de manejar tecnología? Evidentemente TODAS reclamaron y contestaron clara y firmemente que no se subvaloraban. ¿Quién pensaría así? Nadie lo haría; pero lo cierto es que sí estamos condicionadas de alguna manera para estar lejos del campo profesional y activo.

De hecho, en este caso en particular las mujeres dijeron que era mejor la practicidad, tener un "accesorio" (no un instrumento de trabajo) que fuera bonito, rápido y fácil de usar.

¿Y no sienten que eso es seguir un cliché: bonito, chiquito, frágil, delicado? -Pregunta el moderador

"Que esperaba, somos mujeres" -dijo una de las asistentes.

La verdad es que la mujer está relegada dentro de varios campos e incluso con lo que debe o no debe usar. Puede usar cámaras fotográficas digitales "bonitas" para tomar fotos de sus hijos y seres queridos, siempre y cuando no usen algo que las haga ver importantes o libres. Y nosotras mismas aceptamos este hecho aunque nadie nos lo haya impuesto por la fuerza ni lo hayamos pensado jamás de esa manera.

Pregunta: ¿Quien compraría esta cámara?
Respuesta: Mi esposo.

Nos autorelegamos, aceptamos que el varón tiene más capacidad para ciertas cosas y discriminamos a quienes no aceptan este papel:

Pregunta: ¿Qué pensarían de una mamá como ustedes que ocupara esta cámara?
Respuesta: Ay! Pobrecita, tener que cargar esa cosa.

Cuando aceptamos que el hombre tiene mayor poder sobre ciertas áreas que la mujer, le quitamos también el derecho a la mujer de participar en ellas si así lo desea.

Algo muy similar ocurre con la violencia, cuando aceptamos que la mujer debe ser de una forma y nos encontramos con una chica que no quiere ser así; justificamos también el enojo y las reacciones violentas del hombre ante esas situaciones, sin importar que tan criminales puedan llegar a ser sus acciones.

Quiero que quede claro, esta anécdota no es para decir que los hombres son unos villanos o que a las mujeres les pasan las cosas porque ellas mismas lo deciden así.

NO, este relato es para que reflexionemos sobre nuestra vida cotidiana y como la manejamos. Para buscar la equidad en TODOS los aspectos de nuestra vida.

Sí, esta es una historia sobre cámaras digitales profesionales; pero sucede en muchos aspectos de nuestra vida.

Ahora, para los que tenga curiosidad sobre qué marca de cámara digital era: SONY ALPHA (para hacer completo el comercial).