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lunes, 1 de octubre de 2012

LA GENTE NO CAMBIA


LA GENTE NO CAMBIA



Una de las grandes fantasías dentro del ciclo de violencia, es creer que el agresor cambiará. La triste realidad es que la gente no cambia.


La gente no cambia


En muchas ocasiones, las personas agredidas creen que de alguna manera pueden hacer algo para evitar un nuevo ataque.

A veces se piensa que al cambiar la propia conducta y hacer todo lo que el agresor quiere, entonces los ataques cesarán; pero ya hemos leído que esto no sucederá así, puesto que las agresiones dependen sólo del  atacante.

En otros casos, la víctima cree de alguna manera que puede cambiar al agresor. Justifica la conducta violenta con algún oscuro pasado que se sufrió, pretexto que muchos agresores también utilizan, y entonces se pone todo el empeño del mundo en "curar" a la persona amada. La verdad, es que aunque seguramente la persona violenta aprendió y creció creyendo que esa conducta es correcta, la única responsabilidad de sus actos recae en ella misma. Si alguien realmente quiere cambiar su conducta, no dejará esa responsabilidad a su pareja ni la culpará, sino que se hará cargo de sí mismo para resolver su condición.

Por último, también están aquellas personas que piensan que el agresor cambiará su conducta si cambia su estado civil, creen que la pareja cambiará cuando se casen o vivan juntos. El peor error, cuando se ha tenido un noviazgo con maltrato, es creer que al vivir juntos se acabarán las agresiones. La verdad es que siempre aumentan porque una vez dado ese paso, la víctima está en cierta forma acorralada y el agresor la tiene más a la mano.

La gente no cambia a menos que tenga la absoluta convicción de que debe hacerlo, y cuando lo comienza a hacer no le adjudica esa responsabilidad a los otros.

Si vives una relación violenta, no te quedes con la esperanza de que cambiará, no te inmoles por algo que no sucederá y que puede poner en peligro tu vida.

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