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lunes, 17 de junio de 2013

AZZA SULEIMAN

Azza Suleiman, abogada de 40 y tantos años y madre de dos hijos, trabaja para prevenir la violencia contra las sobrevivientes de violencia, haya sido infligida por familiares o por agentes estatales.


AZZA SULEIMAN


Azza Suleiman dirige el Centro de Asistencia jurídica para Mujeres Egipcias, que tiene su sede en un asentamiento informal de Giza. El Centro también administra un refugio para mujeres víctimas de violencia en el mismo edificio. "Está allí", afirma, "porque es donde más se necesita".

El centro ofrece numerosos servicios a las mujeres, como asesoramiento jurídico y ayuda para que las mujeres consigan documentos de identidad que les permitan acceder a servicios.

Además, Azza Suleiman es coordinadora de la Coalición Feminista y pasa gran parte de su tiempo acudiendo a pueblos para concienciar sobre los derechos humanos y promoviendo debates sobre interpretaciones progresistas de la sharia (ley islámica).

¿Y cuál fue el detonante de su activismo? "Cuando era joven tenía espíritu de líder y quería ayudar a las personas pobres", contó. "Después me dediqué a causas mayores. Todo lo que he hecho se ha centrado en construir una nación mejor".

Tras licenciarse, Azza Suleiman trabajó como voluntaria en organizaciones de derechos humanos. "Cuánto más aprendía sobre violaciones de derechos humanos, más claro tenía que mi idea de nación iba ligada a la mejora de los derechos humanos."

Ahora se centra en tres programas de trabajo: violencia contra las mujeres y las niñas, especialmente los denominados homicidios en nombre del "honor" y los matrimonios tribales en los que hay menores implicados; promoción de cambios en la legislación para que no discrimine a las mujeres; y trabajo en comunidades locales para mejorar la afabetización y ayudar a la juventud.

Hablamos continuamente con mujeres y personas marginadas, e intentamos apoyarlas y ayudarlas a acceder a la justicia.

Azza Suleiman afirmó que, dadas las presiones sociales, a las mujeres les resulta muy difícil hablar sobre violencia, especialmente sobre los homicidios cometidos en nombre del "honor". Y añadió: "A las mujeres que intentan hablar con la policía no las tratan bien. La policía adopta una postura parcial, y culpa a las mujeres por 'provocar' a sus esposos para que las golpeen. Existe también una cultura de desconfianza hacia la policía, porque las mujeres temen sufrir malos tratos en las comisarías y recibir un trato poco digno. Y las mujeres simplemente no se fían del poder judicial".

Creo que el principal problema que tienen las mujeres en Egipto es que carecen de seguridad económica y sufren los tabúes sociales y patriarcales. "Esto significa que siguen soportando los abusos porque no creen que exista alternativa ni confían en que vayan a lograr justicia."

Azza Suleiman describió las dificultades asociadas a la violencia contra las mujeres ejercida por los militares. "Algunas personas se niegan a creer que el ejército sea capaz de torturar [...]. Antes era muy difícil ocuparse de casos de abusos a mujeres bajo custodia, pero desde el levantamiento ha sido mucho más fácil, porque las mujeres han hablado abiertamente."

Al preguntarle por la nueva Constitución, Azza Suleiman afirmó: "[El presidente] Morsi había prometido que las mujeres y los coptos tendrían un papel más destacado. ¡Y después de la Constitución se quedó en nada! [...] Los derechos de las mujeres se han vinculado a la religión, y no a las necesidades de las mujeres egipcias".

Añadió: "Las mujeres están amenazadas por el discursos público de las instituciones del Estado que supuestamente tienen la misión de proteger su dignidad [...] Así que, en vez de castigar a quienquiera que se responsable del acoso, el gobierno consiente en que las mujeres queden más excluidas. ¡Es una vergüenza!".

En relación con las agresiones a las mujeres en la plaza Tahrir, Azza Suleiman reflexionó: "Es un arma que se utiliza no sólo para quebrar a las mujeres, sino a toda la sociedad, y para poner fin a la revolución".

Azza Suleiman también habló de su enojo ante la reacción de las autoridades a los ataques contra los manifestantes. "En vez de presionar para que haya una rendición de cuentas policial efectiva, se culpa a las mujeres de lo que les ocurre. ¿Por qué no cumple la policía su función y protege a las manifestantes?".

También condenó la reacción de la oposición ante los hechos: "Dicen que se debe a que en este momento tienen que ocuparse de cuestiones más importantes. ¡Como si los problemas de las mujeres no fuesen igual de importantes!".

¿Es optimista sobre el futuro?

"En general, gracias al activismo que estamos viendo, no puedo ser pesimista", afirmó. "Se ha roto el miedo. Todo el mundo habla de política. En el pasado, las mujeres y las niñas no hablaban del acoso sexual, pero ahora sí lo hacen y se defienden."

Añadió: "Pero existen peligros, especialmente para las activistas. La policía me ha amenazado. Me han acusado de trabajar con Israel, me han vilipendiado por estar divorciada. Nunca castigarían a un hombre por estar divorciado, pero la policía se rebaja a este tipo de actitud tan sucia con las mujeres".

Sonrió: "Pero creo que que no te mata te hace más fuerte".

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