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martes, 22 de diciembre de 2009

GÉNERO Y JUSTICIA

Género y justicia no es una combinación que se suela escuchar a menudo. Asumimos que las leyes deben ser iguales para todos, pero si las revisamos un poco podremos notar que muchas carecer de equidad de género.


GÉNERO Y JUSTICIA


No es lo mismo igual que equidad, y particularmente en el tema de género y justicia, estos dos conceptos cobran suma importancia.

Generalmente, las personas tendemos a pensar en la palabra "justicia" cuando hablamos de leyes. Es decir, que en el imaginario colectivo las leyes deben ser o son justas por naturaleza y que de origen se establecen para traer beneficio a la sociedad.

Sin embargo, hay que recordar que las leyes las hacen personas que bien o mal pueden tener prejuicios en su formación humana y que llevan toda es carga cultural a las leyes que establecen.

Como cualquier ser humano, las personas que hacen las leyes tienen una visión particular sobre quiénes deben ser protegidos y de qué manera. Por ello, las modificaciones a la ley no siempre nos benefician, porque las legisladoras y los legisladores no necesariamente pensaron en gente como nosotros cuando las hicieron o modificaron.

Este hecho es de particular importancia para las mujeres, porque aunque constituyen la mitad de la población, tradicionalmente reciben un trato desigual en la legislación. Y aunque esta situación ha mejorado en los últimos años, la discriminación sigue vigente hoy en día. Irónicamente, en nuestra justicia no hay equidad de género.

En México por ejemplo, a pesar de que la Constitución reconoce que todas las mexicanas tienen como mínimo los derechos humanos señalados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, la legislación nacional aún mantiene diferencias importantes en los derechos y obligaciones de las personas según su sexo:


-En algunos estados existen diferencias en la edad en que hombres y mujeres pueden contraer matrimonio. Por ejemplo, en el Distrito Federal la edad en que un hombre puede contraer matrimonio es a los 16 años, mientras que la mujer lo puede hacer desde los 14.

-Las mujeres no siempre tienen el derecho a trabajar en la actividad que elijan, en algunos estados necesitan contar con la autorización del esposo.

-Algunas leyes establecen la obligación de padres y madres de familia, de proporcionar a los hijos e hijas, "una profesión u oficio adecuado a su sexo".

-En varios estados e incluso en el nivel federal, la ley otorga a los hombres el derecho de tener relaciones sexuales con sus esposas aún cuando ellas no lo desean.


La lucha por la equidad de género dentro de la justicia ha sido difícil, lograr avances en esta materia requiere enfrentarse a tradiciones equivocadas, a intereses partidistas e incluso a la propia incomprensión de la ciudadanía.

Sin embargo, la lucha emprendida por mujeres y organizaciones civiles en busca de reconocimiento de los derechos humano y la autonomía de las mujeres se ha traducido en reformas legislativas en las que se reconoce la violencia familiar y de género como un problema social que debe ser atendido por el gobierno y por el conjunto de sus instituciones. Ha habido avances, pero falta mucho por hacer.

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