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domingo, 20 de junio de 2010

Las muertas de... ¿el Estado de México?



Mucho se habla de las "Muertas de Juárez", por la terrible crueldad con que son asesinadas, por la similitud de los casos, porque nadie hace nada.

Sin embargo, hay otro Estado de la República que sobrepasa a Chihuahua en número de feminicidios: Estado de México.

En el Estado de México han sido asesinadas cientos de mujeres por violencia doméstica y explotación sexual. Tan sólo cerca de 600 féminas perdieron la vida entre el 2000 y el 2007. La mayoría de estos casos jamás se resuelve o se etiquetan como "crímenes pasionales". Nunca se castiga al culpable.

Tal es el caso de una mujer mexiquense, madre de familia con tres hijos menores de seis años. El padre de los niños la asesinó brutalmente con ayuda de un hermano, sin importar la presencia de los menores.

Cuando los niños contaron todo a la abuela materna, ésta denunció a su yerno ante las autoridades, quienes hicieron caso omiso de las evidencias del crímen y declararon inocente al asesino.

La abuela protestó firmemente durante meses ante diferentes instancias y ONG's, hasta que finalmente se dictó un auto de formal prisión para los agresores; pero cuando finalmente estuvieron presos, a los tres meses los dejaron en libertad.

La mujer asesinada ya había levantado varias denuncias ante las autoridades por violencia y secuestro, ya que había sido abusada varias veces por su marido. En una ocasión le llenó de moretones la cara porque no sabía hacer tortillas a mano, y en otra la secuestró y la encerró en una casa abandonada de Puebla cuando la mujer lo descubrió en la cama con otra.

Cuando la mujer fue asesinada, las autoridades ignoraron los restos de sangre en el lavabo como evidencia, pues según ellos se trataba de sangre menstrual. Y a pesar de las huellas y evidencia de que había sido apuñalada por la espalda y golpeada con un artefacto metálico en la cabeza, se llegó a la conclusión de que la víctima había cometido suicidio.

Lo cierto es que las autoridades en el Estado de México carecen de la preparación y la conciencia para impartir justicia en materia de género, y por lo visto en los últimos meses, en otras áreas tampoco (recordando el caso Paulett en el que el Procurador Bazbaz tuvo que renunciar).

Se criminaliza a las víctimas, se deja libre a los asesinos, menosprecian a la mujer y la culpan mientras a las familias de mujeres asesinadas nadie les hace justicia.

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