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martes, 26 de febrero de 2013

HIJOS QUE MALTRATAN A SUS PADRES


Hace poco nos contaron de un caso, en donde el hijo golpeó a su madre hasta tirarla al suelo y aun ahí siguió pateándola. Evidentemente la mujer está cursando por una profunda depresión.


Hijos que maltratan a sus padres


Lo más probable es que esta muestra de violencia no haya sido un hecho aislado sino una conducta recurrente. Si bien quizá no haya habido golpes con anterioridad, con seguridad se habrán presentado gritos,
insultos, malas palabras, indiferencia y otros indicios de violencia psicológica.

¿Por qué sucede esto? ¿Cómo es que se llega a la situación tan grave en que los hijos golpean a la madre o al padre?

Los padres, tanto el padre como la madre, deben ser los guías de la familia. Son el pilar más fuerte y quienes mantienen el orden y la disciplina de la familia.

Una falta de respeto, la que sea, por parte de los hijos, no debería ser permitida jamás y esto por varias razones:


a) Ninguna persona merece ser insultada, mucho menos golpeada. TODOS los seres humanos merecemos respeto.

b) Los padres son la autoridad de la familia. De ellos los hijos reciben casa, vestido, sustento y educación.

c) Los padres son quienes nos dieron la vida para bien o para mal, gracias a ellos tenemos la oportunidad de contribuir al mundo o no hacerlo, esa es nuestra decisión pero sin nuestros padres no hubiéramos tenido jamás esa opción.


Cuando los hijos le faltan el respeto a ambos padres, es porque no hay autoridad ni disciplina. Es un problema común en estos tiempos.

Anteriormente, los padres era demasiado rígidos y empleaban métodos realmente crueles para "educar" a los hijos: golpes, gritos, amenazas.

Los hijos crecían con un miedo atroz, con resentimientos y rencor hacia sus progenitores, pero no había jamás maltrato hacia sus padres... hasta que estos envejecían.

Como consecuencia de este maltrato, muchos hijos se prometieron que jamás caerían en esa conducta cuando tuvieran a sus propios vástagos. Y entonces caemos en el extremo opuesto: Nos da miedo ejercer autoridad.

Este tipo de padres son los que dejan que sus hijos tengan y hagan de todo, no hay límites ni responsabilidades. Todas esas tareas que los hijos solían hacer (arreglar su cuarto, hacer su tarea, ayudar
en la casa) ahora las hacen por completo los padres. Resultado: Niños que les gritan a sus padres, les reclaman, les exigen... y son sumamente infelices con el mundo y con ellos mismos.

También hay otra situación, igual de terrible, igual de común. Cuando los hijos le faltan el respeto a sólo uno de los progenitores. He visto ambos casos: el padre del que sus hijos se burlan y la madre a quien los hijos  ignoran.

Del primer caso recuerdo que se trataba de un buen hombre, trabajador y muy amable. Como había vivido en casa una vida de violencia, no quería repetir lo mismo con sus hijos. El problema es que los hijos comenzaron a hacer burla de él, primero eran chistes inocentes; pero el padre, al no decirles que esa conducta era incorrecta e incluso reírse él mismo de los comentarios, las burlas comenzaron a crecer de nivel. la madre tampoco intervenía para decirle a los hijos que aquello estaba mal.

En el segundo caso, era el padre quien hacía burla de la madre o la callaba cuando ella decía algo. Muchas veces sucedía que estando en la mesa, todos comiendo, la mujer opinaba algo del tema y entonces el marido le decía "ay ya vas a empezar con tus tonterías". Evidentemente los hijos comenzaron a copiar esta conducta. Ya mayores la madre no tenía ninguna autoridad sobre los hijos, y muchas veces fue víctima de gritos, insultos y devaluación de sus ideas.

Nadie merece ese trato y hay que prevenirlo. Primero que nada entender que disciplina y autoridad NO son sinónimos de golpes y gritos. Simplemente se trata de poner límites de lo que tus hijos pueden y no pueden hacer dentro de tu hogar.

En el momento que detectamos un comportamiento inadecuado, hay que hacerlo ver a los hijos y debe haber una consecuencia. Por supuesto se necesita total y completo apoyo de la pareja.

Si nuestra pareja no nos apoya y respalda nuestra autoridad, los hijos pasarán de ella. Por esa razón es muy importante que ambos padres estén de acuerdo con las reglas del hogar, y por supuesto toda falta de
respeto debe estar prohibida. Los padres son el ejemplo para los hijos, si en el hogar hay violencia no es de extrañar que ellos repitan conductas violentas.

Ahora bien, ¿qué hacer si ya hay una situación de maltrato hacia los padres?

Lo primero es asumir el compromiso de que las cosas deben cambiar. Si un miembro de la pareja no asume que las cosas están mal, entonces ningún esfuerzo hará que cambie la situación.

Pero si hay compromiso y conciencia, entonces lo siguiente es que los padres acudan con un especialista. Hay muchas terapias familiares que pueden ayudar en estas situaciones, desde los métodos tradicionales hasta las constelaciones familiares. El punto es tomar acción para empezar a poner orden y límites.

Si el hijo en cuestión es mayor de edad, aunque duela mucho, hay que reconocer que se trata de un adulto que debe partir, pues a cierta edad los padres ya no están en el papel de decirle al hijo qué hacer y qué no, Esa es una labor que debió hacerse mucho antes, y lo que es peor, un adulto violento en tu propia casa se convierte en un peligro para ti.

Cada caso es distinto y las soluciones varían según la edad de los hijos y la situación familiar, de cualquier forma siempre es mejor pedir ayuda cuando las cosas se vuelven difíciles.

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