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Muchos amigos y amigas, cuando entablamos una conversación, me dicen que "no le ven el caso" a celebrar el Día Internacional de la Mujer.
Y es que ven como la mayoría de las mujeres al rededor es felicitada, sin importar cómo sea su persona o a qué se dediquen, son felicitadas por el simple hecho de ser mujeres. Por ser mujeres reciben regalos, flores, chocolates, tarjetas, etc. Y hasta en las escuelas se hacen eventos o se les dedican poemas por ser "abnegadas, luchadoras, buenas madres, hijas, esposas".
Ya lo decía Sara Sefchovich: "el 8 de marzo se ha convertido en el nuevo Día de la Madre".
Y ante tanta "faramalla" nunca falta el masculinista que dice, ¿y por qué no un Día del Hombre? (que por cierto existe y se celebra el 19 de noviembre).
El asunto es, que el Día Internacional de la Mujer no se estableció para celebrar nada. Específicamente no es un día para celebrar a la mujer sólo por ser mujer. Es un día en que se conmemora un hecho trágico, reflejo de todas las injusticias por las que han tenido que pasar las mujeres, esas sí, sólo por ser mujeres.
Del famoso incendio de 1857 que dio pie a la conmemoración del día, hay variadas versiones de por qué murieron las 129 trabajadoras de la fábrica (las cifras también varían), unas dicen que las puertas de salida estaban cerradas para evitar robos y disturbios porque esa era la costumbre de la época, otras aseguran que las puertas fueron cerradas para evitar que las mujeres salieran a unirse a una huelga que se daba en esos momentos.
Como sea, las muertes de la fábrica son un ejemplo de las injusticias por las que tenían que pasar, y siguen pasando, las mujeres trabajadoras. Incluso en nuestros días la discriminación continúa: miles de mujeres rechazadas en el mundo laboral por ser madres o estar embarazadas, con salarios más bajos que los hombres por el mismo trabajo, relegadas a puestos inferiores ya sea por no poder acceder a una mejor educación o bien porque las empresas y organizaciones destinan los cargos estratégicos y directivos sólo a los varones, viviendo acoso y violencia sexual en sus lugares de trabajo, y ejerciendo dobles jornadas en donde el trabajo asalariado es duro y mal pagado y el doméstico es arduo y sin remuneración.
Por qué habría una mujer de pasar tantas dificultades para poder ejercer un empleo, ¿acaso no tiene una el derecho a trabajar y recibir un salario del cual mantenerse, sin importar el estado civil o familiar? Por qué se asume que el trabajo de una mujer es inferior o que "sólo" es para "ayudar" ya sea a su esposo o a la familia, por qué se niega el trabajo a la madre cuando la maternidad debería ser un derecho para toda mujer trabajadora que lo desee, más aún cuando el salario de ese trabajo será el que mantenga a su hijo o hija.
Estamos ya en el siglo XXI, y si bien ha habido avances desde aquel mítico 1857, todavía queda mucho por hacer.
Ese es el verdadero espíritu del Día Internacional de la Mujer, luchar por los derechos que se nos niegan sólo por el hecho de ser mujeres.
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