Traductor

jueves, 12 de septiembre de 2013

NIÑAS ENOJADAS

El coraje y el enojo son emociones normales en todos los seres humanos, tanto en hombres como mujeres, todos pasamos por eso en algún momento de nuestra vida. Por lo tanto, si vemos niños enojados, es prácticamente seguro que también algún día encontraremos niñas enojadas.


NIÑAS ENOJADAS


Sin embargo, es común encontrarnos con la negación del enojo, especialmente respecto a las niñas. Muchas veces los padres de familia sienten que el enojo de sus hijos es una indicación de fracaso como educadores. Claro, no vas a dejar que un niño o niña enojados pateen cosas, maltraten animales o golpeen personas; pero sí hay que transmitir a nuestros hijos que el enojo es un sentimiento normal.

Es normal estar enojado si alguien te grita o te maltrata, así como es normal sentirse frustrado si las cosas no salen como esperamos, y es perfectamente aceptable expresar estas emociones.

Pero sucede que en muchas ocasiones actuamos de la siguiente forma:

A los niños, no sólo les permitimos expresar su enojo, si no que les dejamos hacerlo de forma equivocada: peleas, gritos, golpes entre hermanos, "total, así son los hombres" dicen muchas personas.

En cambio, de las niñas esperamos que sean dulces, tiernas y atentas, el enojo en este contexto es completamente inaceptable. Y entonces tenemos un problema, porque una niña enojada no es dulce, atenta ni tierna, entonces se le regaña y se le hace sentir que enojarse está mal.

En general no se considera "femenino" (aunque muchas mujeres, niñas y jovencitas lo hagan) gritar, pelearse a golpes o practicar deportes agresivos; pero tampoco se les enseñan otras formas de expresar su enojo, de hecho se les prohibe completamente.

Claro, esta prohibición no implica que las niñas no estén enojadas, al contrario, la mayoría de las mujeres a quienes les enseñan a ocultar sus sentimientos terminan recurriendo a una forma de violencia no tan explícita pero igual de dañina: la agresión verbal.

Chismes, insultos, sarcasmos, son formas de violencia mucho más sutiles que los golpes y a las que muchas mujeres están acostumbradas a usar como forma de expresar el enojo y la ira. Un ejemplo muy claro y conocido en estos días: la estudiante del CBTIS que insultó a su maestra en Twitter.

Esta chica, usó a forma de chisme la red social, e insultó con fuertes calificativos a su maestra de Recursos Humanos. Cuando se le preguntó por qué lo hizo, lo único que atinó a responder fue: "estaba molesta". Esta, aunque para muchos (incluyendo a la maestra) fue una respuesta carente de sentido, encierra una realidad que viven muchas mujeres: la incapacidad de expresar abiertamente su enojo.

Incluso la propia maestra, no pudo recurrir a una expresión abierta de su enojo por los insultos de la estudiante, sino que prefirió armar toda una clase para transmitir a ella y al resto del mundo su propia ira.

En otras ocasiones, las niñas se llegan a sentir culpables de sentir enojo, comienzan a desarrollar la creencia de que sólo las "niñas malas" se enojan (o mejor dicho, expresan abiertamente su enojo), y entonces tratan por todos los medios de ser "buenas personas". Amables al extremo, buscando la aprobación del mundo en todo momento, como si fueran complacientes por naturaleza, se centran en una conducta que a la larga las expone al abuso de otras personas que se pueden aprovechar de ese rasgo de su personalidad.

Peor todavía, existen algunas teorías que aseguran que nos sentimos atraídos hacia personas que pueden hacer lo que nosotros no podemos.

Así pues, una mujer que no sabe expresar su enojo, se sentirá atraída hacia alguien que pueda hacerlo con mucha facilidad. Y viceversa, un hombre que no sabe expresar su vulnerabilidad o ternura, se sentirá atraído hacia alguien que sí lo haga; pero al mismo tiempo, se sigue sintiendo vergüenza por estos sentimientos "poco apropiados" y paradójicamente, aunque se ama al otro por tener la capacidad de expresarlos, se le considera inferior por hacerlo.

Se inician así círculos viciosos que son verdaderamente difíciles de romper y que llevan a relaciones personales insatisfactorias y violentas.

Algunas mujeres expresan sus sentimientos de enojo con lo que NO hacen, por ejemplo: olvidar las pequeñeces que son importantes para su pareja, tener dificultad para tomar las decisiones más simples, o adquirir la costumbre de llegar siempre tarde. Muchas se aíslan y se desconectan con frecuencia, lo que es una manera muy poderosa de expresar el enojo. Otras se muestran frías y distantes, retrayéndose en un silencio hosco y poniendo mal gesto.

Hay mujeres que vuelcan su cólera contra si mismas desarrollando enfermedades mentales como la depresión o los trastornos alimenticios.

Otras ante los maltratos, expresan su enojo por medio ataques verbales a manera de venganza, como lo expresaba una chica cuya madre era golpeada constantemente por el marido:

"Mi madre solía comparar a mi padre con otros hombres y le comentaba que él no era tan guapo, tan intelectual o tan culto. Recuerdo que solía decirle que un 'vulgar comerciante'; además, se burlaba de él por su baja estatura, y ese era un punto realmente doloroso para él. Otras veces, en presencia de varias personas, ridiculizaba su forma de pronunciar algunas palabras. Era su manera de desquitarse de él".

Por eso es importante enseñar a los varones a expresar todas sus emociones y no sólo el enojo, y ayudar a las niñas a que expresen su ira tanto como otros sentimientos que puedan tener.

El enojo es un sentimiento humano, al igual que la ternura y el amor. TODOS sin importar nuestro sexo, generamos esas emociones, y es importante identificarlas y expresarlas para evitar problemas en el futuro.

0 comentarios :

Publicar un comentario